
El célebre dramaturgo español Calderón de la Barca escribió que la vida es sueño, y los sueños, sueños son. ¡Qué sería del hombre sin los sueños! ¿Y la vida cofradiera? Me atrevo a afirmar que el cofrade también sueña en clave cofradiera. Y sueña despierto imaginando su cofradía de tal o cual manera, a su Cristo o a su Virgen con la túnica o la presea que su imaginación y su amor les puede ofrecer. ¿Quién no ha imaginado ver a su Virgen bajo el palio de sus sueños o tocada por la corona más preciosa y perfecta que el cincel del hombre pudiera labrarle? O mientras paseamos por las calles de la ciudad, perdiéndonos por la más ensortijada de las callejas o la más recoleta de las plazuelas, soñar el Paso de Cristo apareciendo de la nada como un ascua de luz, refulgente y rotundo en un todo perfecto… porque para nosotros ese sería el momento y el escenario perfecto. O los que como el que escribe somos de aquellas personas que sin haber conocido aquella imagen o aquel palio, aquella casa o aquella iglesia, nos sentimos profundamente atraídos por ellos, creyendo y pensando que el antes y lo que se fue eran un poco mejor… o al menos, de otra forma. No obstante, no siempre es ni ha sido así y no todo lo anterior era merecedor de perpetuarse o haber llegado hasta nuestros días. Sigue leyendo «Sueños y utopías cofradieras (prólogo)»






